Lo cómico en lo sublime: pura diversión puesta en escena

El propio director Mike Baran supo estar sobre el escenario cuando en su juventud fue miembro de grupos de café-teatro políticos. Era el responsable de la puesta en escena y de la coreografía, y fue cuando escribió sus primeros textos satíricos. Más tarde llevó al escenario diversas obras de teatro y musicales que adaptaba o él mismo escribía. Al mismo tiempo y por muchos años dirigió una agencia de comunicación en la que era el director creativo. Para poder darle un marco a sus ideas artísticas, y también para fomentar los proyectos artísticos de otras personas, fundó la Asociación sin fines de lucro "Don't Tell Mama", que ahora ha oficiado como productora de "Holy Spirit", su primera película de ficción.

Lo extraordinario de esta película de bajo presupuesto es que fue financiada únicamente vía Crowdfunding, donaciones y fondos privados. Todos los miembros del equipo asumieron diferentes tareas, por ejemplo, el director escribió también el guión y fue responsable del montaje. Fue un perfecto trabajo en equipo que sin el idealismo de todos sus participantes nunca se hubiera convertido en realidad. La recompensa a tal compromiso es una verdadera lluvia de premios: hasta el momento la película ha sido seleccionada en 43 festivales internacionales de cine y ha recibido 60 galardones.

La película "Holy Spirit" es una mordaz sátira que no se arredra frente al cambio de género a mitad de camino: lo que comienza como comedia termina como thriller de misterio.

El argumento: Harry Sandmann, director de una agencia de publicidad de Munich, busca una explosiva idea para la introducción al mercado de una original marca bávara de whisky. En un taller de carpintería en medio del campo tiene un encuentro con el hijo del carpintero, un joven de nombre Gustl Wanninger, cuya pasmosa similitud con Jesús lo deja fascinado. Y así, al instante, Sandmann tiene una visión.

La idea cobra forma: el whisky recibe el nombre de "Holy Spirit" y Sandmann produce una atrevida campaña publicitaria con Gustl Wanninger como un 'Jesús' bebedor de whisky. Con sus anuncios publicitarios en la tele, el joven, carismático y algo rebelde, experimenta un rapidísimo ascenso que lo convierte en una estrella mediática.

Las cifras de ventas del whisky Holy Spirit superan toda expectativa posible. Pero al momento más alto del éxito le sigue la tragedia: encuentran el cadáver de una persona cruelmente asesinada y es precisamente Gustl quien cae bajo sospecha de ser el asesino. Así, en un abrir y cerrar de ojos, la prensa que lo celebraba y los políticos que lo cortejaban lo dejan totalmente a su suerte. Al primer asesinato le suceden otros y la policía se encuentra tanteando en la oscuridad. ¿Es posible que Jesús sea en realidad un asesino en serie?

Pudiera ser que las acciones ocurrieran en un mundo paralelo ligeramente cambiado, un mundo en el que todo corre un poco como al lado del carril. Da la impresión de que todo es surreal y misterioso. La película se destaca por su entretenido humor de gag visual, pero también por sus escenas dramáticas y sus elementos del thriller de horror. En secuencias al estilo del collage y montadas con exactitud al ritmo de arrebatadora música, el espectador es llevado a un viaje visual desbordante y sensual.

Igual si joven, mayor, virtuoso, sexy, poco convencional, sibarita o loco... Holy Spirit es una película para todos aquellos que desean sumergirse; de forma abierta y con curiosidad; en una intrincada historia, que aman el humor negro y sutil, que valoran una banda sonora cool o a los que simplemente les divierte una película políticamente incorrecta que es imposible encasillar.