Harry Sandmann, jefe de una agencia de publicidad de Munich, está bajo presión: busca una idea brillante para el lanzamiento al mercado de una original marca bávara de whisky. Un lindo día de verano, cuando va en coche a un típico pueblito de Baja Baviera para visitar al ebanista Leopold Wanninger, descubre en el taller a Gustl, el hijo del carpintero, y queda totalmente fascinado con el parecido que guarda con cierto Jesús de Nazaret. De repente Sandmann tiene una visión que podría resolver todos sus problemas.

La idea toma forma: El whisky se llamará "Holy Spirit" y de la mano del eslogan "Del agua bendita al whisky – un truco infernal", Sandmann puede convencer a sus clientes, los productores de whisky 'Impertinente & hijos'. Entonces comienzan los planes para una campaña publicitaria y aquel hijo del carpintero del pueblito Radlkofen será quien interprete al Salvador.

Gustl Wanninger decide participar y va a Munich para asumir el bien pagado trabajo en el rol de Jesús. Así comienza a aparecer como un Jesús bebedor de whisky en divertidos comerciales de la televisión, viviendo un rápido ascenso hasta convertirse en una estrella mediática. Al mismo tiempo las cifras de ventas del whisky "Holy Spirit" se disparan a las nubes.

Adorado por las mujeres, perseguido por los paparazzi y cortejado por políticos cristianos, Gustl termina por convertirse en el nuevo "it-boy". Su encanto un poco rebelde sólo lo hace aun más interesante. Incluso Babsi Boxleitner, la amante de Sandmann, parece sentirse atraída por él.

Pero al momento de mayor éxito le sigue la tragedia: sucede un brutal asesinato y es precisamente Gustl quien cae bajo la sospecha de ser el autor del crimen.

Todo se vuelve peor cuando ocurren más homicidios extraños y la policía llega a la conclusión de que se trata de un asesino en serie.

Gustl Wanninger pasa, en un santiamén, de celebrado a ser considerado un ser desdeñable, quedando abandonado a su suerte. La opinión pública está en estado de shock mientras que la policía de Munich tantea en la oscuridad. El inspector general Lorenz Stöger y su colega Walter Lutrop se ven en un caso muy enigmático, sobre todo porque el comportamiento de Gustl en el interrogatorio resulta a todas luces muy peculiar. ¿Por qué el sospechoso actúa de forma tan extraña?

¿Podría ser Gustl, alias Jesús, el asesino? ¿O tiene algún enemigo que quiere hacerlo cargar con los asesinatos? ¿Y qué papel juega el Padre Dominik, el amigo de juventud de Gustl?